domingo, 23 de agosto de 2009

Baudelaire y José Emilio Pacheco 4


Recueillement

Sois sage, ô ma Douleur, et tiens-toi plus tranquille.
Tu réclamais le Soir; il descend; le voici:
Une atmosphère obscure enveloppe la ville,
Aux uns portant la paix, aux autres le souci.

Pendant que des mortels la multitude vile,
Sous le fouet du Plaisir, ce bourreau sans merci,
Va cueillir des remords dans la fête servile,
Ma Douleur, donne-moi la main; viens par ici,

Loin d'eux. Vois se pencher les défuntes Années,
Sur les balcons du ciel, en robes surannées;
Surgir du fond des eaux le Regret souriant;

Le Soleil moribond s'endormir sous une arche,
Et, comme un long linceul traînant à l'Orient,
Entends, ma chère, entends la douce Nuit qui marche.

CHARLES BAUDELAIRE


Recogimiento

Cálmate, dolor mío, y tu angustia serena.
Anhelabas la noche. Ya desciende. Aquí está.
Una atmósfera oscura cubre a París. Traerá
A unos cuantos la paz, a otros muchos la pena.

Mientras la muchedumbre que se rinde al placer
—Su verdugo inclemente— por las calles anhela
Cazar remordimientos bajo la noche en vela,
Tú, dolor, ven a mí. Dame la mano al ver

Que es posible escaparse de los ya muertos años.
Con sus antiguos trajes en el balcón celeste
Ya brotan, como salen del mar los desengaños,

Cuando el sol, bajo un arco, se muere en lontananza.
Ahora, tal un sudario que desciende del este,
Observa, mi dolor: la inmensa noche avanza.

JOSÉ EMILIO PACHECO

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